marzo 26, 2010

El Boca-River del Mercosur

Al final, no llegó el esperado gol número 219 de Palermo en Boca. Sin embargo, este último superclásico igualmente encerró un importante récord. Y no precisamente el de haber sido "el más largo de la historia" como metafóricamente lo calificaron parafraseando al genial Osvaldo Soriano, sino uno bien real: fue el que más jugadores de distintas nacionalidades reunió en toda la historia.

Concretamente, en campo boquense hubo futbolistas originarios de seis países: Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Colombia. Algo que no había ocurrido ni siquiera en 1961, cuando, en medio de la fiebre importadora desatada por el "Fútbol Espectáculo", estos equipos protagonizaron el superclásico con mayor cantidad de extranjeros al poner en cancha nada menos que a ¡diez!.

En ese histórico partido que terminó igualado 2-2 en el Monumental, las formaciones -escritas a la usanza en que aparecían en los diarios por aquella época- fueron las siguientes:

RIVER PLATE: Carrizo; Ramos Delgado y Etchegaray; Lombardo, Varacka y Schneider; Domingo Pérez (uruguayo), Moacir (brasileño), Pepillo (español), Delem (brasileño) y Roberto (brasileño).

Domingo Pérez, Delem, Moacir, Pepillo y Roberto: delanteros del River '61.
BOCA JUNIORS: Roma; Rico y Marzolini; Víctor Benítez (peruano), Rattin y Orlando (brasileño); Nardiello, Dino Sani (brasileño), Valentim (brasileño), Maurinho (brasileño) y Yudica.

Maurinho, Dino Sani y Valentim. Sólo este último triunfó en Boca.
En síntesis, esa tarde hubo jugadores de cinco países distintos: Argentina aportó 12, Brasil 7, Uruguay 1, Perú 1 y España 1.

Esta vez, en cambio, con la mitad de extranjeros que en aquel partido de 1961 las nacionalidades representadas fueron como quedó dicho seis, ya que además de los argentinos jugaron para Boca un chileno (Medel), un colombiano (Bonilla) y un brasileño (Luiz Alberto), mientras que por River lo hicieron un uruguayo (Juan Manuel Díaz) y un paraguayo (Rodrigo Rojas).

Además, fue curioso que justo en un superclásico Boca jugara por primera vez en su historia con dos zagueros centrales no sólo extranjeros, sino de distintas nacionalidades como los mencionados Bonilla y Luiz Alberto. En 1934, el club de la Ribera fue campeón con otra pareja de centrales íntegramente extranjera (Moysés y Bibí), pero ambos eran oriundos de Brasil.

Para colmo, los dos goles de Gary Medel también representaron algo totalmente inédito, ya que nunca un chileno había logrado marcar por partida doble en un Boca-River ni convertir para los xeneizes contra los de la banda. Un dato no sólo pintoresco, sino también demostrativo de un fútbol que cada vez necesita recurrir más a figuras de países vecinos para compensar la falta de propias. Y en el que cualquier Medel es Gardel.

marzo 17, 2010

El error de "El Secreto de sus Ojos"

Primero aclaro que, como digo en el audio que podrán escuchar a continuación, no se trata de un descubrimiento mío, sino que lo hizo la revista "Un Caño". Así y todo, creo que mi columna del viernes pasado para "Todos Atrás" tiene algunos datos interesantes y ya sí inéditos sobre quien fue la víctima del error al que hace referencia el título: Néstor Leonel Tola Scotta. Es decir, el hermano del Gringo Scotta que aparece mencionado en el relato en off de esa impresionante escena en cancha de Huracán que, a mi juicio, vale por sí sola la entrada que pagué para ver "El Secreto de sus Ojos", más allá de que la película en general también me gustó. ¿Y a vos?

febrero 15, 2010

Genial Panzeri

"Antes, el público opinaba como el periodismo o discutía con el periodismo. Hoy, el periodismo opina como el público, ha dejado de discutir con el público. Ha caducado esa hermosa polémica y lo que es peor, la polémica -cuando existe- adquiere perfiles de discordia. Se confunde la discusión con el enojo, la crítica con la censura. Entonces, el periodismo prefiere opinar como el público, halagarlo, adularlo, y he allí una de las razones por las que el comentario y el análisis de nuestras páginas periodísticas ha ido cediendo prácticamente sus antiguos espacios a la información; es decir, “lo objetivo” que recomiendan muchos jefes de página. Esta es más fácil, más cómoda, menos susceptible de rozar en el desacuerdo del consumidor"